Su regalo

Al final no le di su regalo, casi se puede decir que la eche de mi casa para follar con otra. Pero dicho así suena peor de lo que fue y ella, tampoco me dio su número de teléfono. El polvo a medias de después de que la dejara tirada será otra entrada. Al día siguiente la invito a teatro, a la chica que casi eche de mi casa, me siento un poco culpable aunque a ella le diera igual, pero era necesario. Ella este lunes de después está un poco mal y yo le prometo que estaré siempre ahí, ella cree que es mentira y seguramente tenga razón, yo debería morir antes que ella. Le digo que quiero ser su mejor amigo, pero solo hasta después de verano. Yo quiero algo más... ella me pregunta si después de verano solo seré un ente con ojos. Después del verano tendremos una Hqtptc así que espero que... Buff. Es despues del verano, porque tengo que mentalizarme de lo que quiero... y ella dice que odiara esas siglas, le digo que es ella la que no quiere llamar por su nombre a la cita que quiero tener con ella dentro de tres meses, tiene miedo, pánico a todo lo sentimental. Como yo, como yo lo he tenido siempre después del trauma. Pero ahora quiero tener valor y quiero que ella lo tenga, porque yo solo quiero tener valor con ella. Si no fuera por el no polvo de ayer, no estaría pensando así. Y es que “Ella” no la ella de la que estoy hablando ahora si no con la que tuve el polvo a medias, pues “Ella” es mi amor platónico e idílico, siempre me salva, es perfecta, siempre aparece en el momento oportuno. Después discutimos sobre que no era necesario tener sexo con Pitágoras para entender matemáticas, de pechos y vaginas, del SEXO que NO tendremos cuando tengamos esa primera cita. Y ella me pide que podría no intentar follarmela. Yo le explico que ciertos sentimientos están ligados al sexo y que si consigo que surjan de nosotros lo que quiero, el sexo será algo inevitable.

Ella cree que si consigo lo que quiero huiré, yo le afirmo que si consigo lo que quiero correré, pero lo haré hacia ella.

Me da su número. La llamé después de las nueve y en mi mesita de noche, esta el cutre regalo que quería hacerle.