miércoles, 11 de mayo de 2011

Gameboy y Pokemons


Recuerdo cuando aun estaba en el instituto y cuando solo los más Gamers de España habían conseguido los 150 Pokemons, yo estaba descubriendo ese juego, pero mi madre me tenía castigado y no quería que jugase. Encendía la luz del flexo, la tapaba con la manta para que no me viera y jugaba una o dos horas antes de acostarme, hasta que no podía aguantar más tiempo despierto y me caía dormido o hasta que la lucecita roja de la gameboy me avisaba de que faltaban pilas.

Un día me pilló y lógicamente me escondió la “maquinita”, como se les llamaba entonces a estas cosas, bautizadas así en honor a las abuelas de todo el mundo.

Y cuando empecé a vivir solo y me mudé al dormitorio que antes fue de mi madre. Un día limpiando adivinad que encontré: Mi gameboy, con el juego de pokemon.

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