miércoles, 20 de abril de 2011

Ojos de Dinosaurio

Todos nos creemos poetas, en algún momento hemos escrito algo que nos parece genial yo una vez escribí: Ojos de Dinosaurio.

Y volví a pisar su calle como hace ya cinco años.

Y volví a recordar aquel tiempo ya pasado, aquel sueño real ya vivido hace mucho. ¿No es ya demasiado tiempo?

Y recuerdo como eran mis ojos de entonces, ojos de dinosaurio. Ojos extintos.

Ojillos de dinosaurio, mis ojos que adoraban su belleza, aquella belleza a la que no quise, pero quise por ser tan bella. Y recuerdo sus manos, sus dedos, los mordiscos en sus uñas y las lagrimas en sus ojos del día de la despedida, del último adiós. Y nos despedimos, nos dijimos adiós a 10 metros de su puerta. Y hoy he vuelto a pasar por su calle, la suya...

Y la recuerdo bella e idealizada, como la quise. Y recuerdo cuanto la quise y echo de menos el tiempo, no a ella, echo de menos los recuerdos. Mi yo de antaño. Mi esperanza ya perdida. Mi amor inocente, no tan puro, pero azul. Y la echo de menos. Pero no la extraño, creo. Sé, que solo me echo de menos a mi mismo. Cuanto echo de menos los ojos de dinosaurio con los que miraba al mundo hace ya cinco años y algún día diez años y más adelante cincuenta años y hace ya cien años porque el tiempo pasa. Y me siento tan muerto, como hace ya cien años.

3 comentarios:

  1. Ojalá nos dieran clases de amnesia pero en verdad el olvido es un gran simulacro de fantasmas que nos perseguirán durante toda nuestra vida y que en parte nos la harán más rica y llena de experiencia. Al leer ésto se me vino a modo flash un artículo que leí hace tiempo de Juan José Millás. Voilà!:)

    "Los científicos de la Universidad de Nueva York acaban de inventar el alzhéimer, que viene a ser como descubrir la gasolina. Por lo visto, son capaces de borrar de la memoria los malos recuerdos, no hemos comprendido muy bien cómo. Lo importante es que vas a consulta, pides que te borren la Guerra Civil española de la cabeza y te la borran. Quien dice la Guerra Civil española, dice el armario de tres cuerpos de la habitación de tus padres, la adolescencia entera, la primera pálida o el último gatillazo. La limpieza dura un año, por lo que albergamos dudas acerca de si se trata de un borrado auténtico o de una represión. Tampoco hemos entendido cómo eliminan las bisagras que articulan los malos recuerdos con los buenos. En la oración gramatical "no hay mal que por bien no venga", resulta difícil, por ejemplo, separar el mal sin cargarse el bien. Los malos recuerdos crean, con los buenos, alianzas sintácticas de complicado desmontaje.

    En Olvídate de mí, una extraña película de Michel Gondry, con guión de Charlie Kaufman e interpretada, entre otros, por Jim Carrey y Kate Winslet, una pareja conflictiva, de las de ni contigo ni sin ti, acude a un doctor que practica el alzhéimer selectivo para que borre a cada uno el recuerdo del otro. El problema es que pasado el tiempo vuelven a encontrarse por casualidad y se enamoran de nuevo por necesidad. Los oncólogos todavía buscan el modo de eliminar las células malas sin dañar las buenas y los cocineros no han logrado aún hacer una tortilla sin romper el huevo. Si a Tiresias le hubieran curado la ceguera, habría perdido con ella, paradójicamente, la videncia. Al mismo Dios le quitas el diablo y se queda prácticamente en nada el pobre. Quizá sea posible eliminar los malos recuerdos, pero ya me dirán por dónde cortar para que no se venga abajo el tinglado entero.

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  2. Vi esa película, Olvídate de mí, y me encantó. No sabía que fuera posible el reseteo mental...

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  3. Tiene que ser lo más horrible del mundo el olvido

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