sábado, 2 de abril de 2011

Mis rodillas

Una vez acabe con una chica en la cama, bueno como muchas otras veces. Era muy delgada, de estatura media, no era especialmente guapa pero su belfo era tan espectacular que me parecía increíble. Era morbosa, por llamarla de alguna forma, no es que fuera muy sensual pero sentía un deseo inusitado por hacerle el amor (y entre nosotros aun hoy día si la tuviera delante y supiera que ella quisiera... ¡Oh dios! No os podéis ni imaginar) era muy atractiva y acabe, ¿como no? en mi cama con ella.

Era bastante dominante, se abalanzó sobre mí y me encantaba besarla aunque reconozco que no se porque pero no me gustaba como besaba. Lo que si recuerdo son nuestras pelvis... elvis... elvis... bailando al son del calor húmedo de nuestro cuerpo, eso sí con la ropa puesta.

Los dos sabíamos que no iba a pasar nada, no había tiempo apenas, pero note que ella quería controlar que no intentara nada, recuerdo un momento en el que intente mover las piernas y no pude, esa chica es, joder como decirlo... sorprendente, se había colocado sobre mí de tal forma que me había hecho una llave en las piernas con sus rodillas y presionaba con sus piernas sobre mis rodillas de tal forma que no podía moverlas, de ninguna manera, enserio.

Reíros, pero yo, pase miedo. Temía que me dejara invalido y a la vez eso me ponía aun más cachondo, ojalá hubiera vuelto a quedar con ella en otra ocasión para llegar hasta el final, una lastima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario