miércoles, 28 de diciembre de 2011

Ella

Ella es la chica más especial de todos los tiempos. La única, la inimaginable, la inigualable, la perfección, sencillamente la mejor, nunca, jamás, en la historia de todo el universo conocido conoceré a una chica mejor que ella. ¡Nunca! Lo siento por todas aquellas que creen que son especiales, podéis ser muy especiales, geniales, increíbles, fabulosas, pero nunca lo seréis tanto como ella.

¿Cómo no amarla? ¿Cómo no desearla? ¿Cómo no querer morir por ella? ¿Y cómo no vivir y ser feliz, sabiendo que ella existe y que a menudo, sonríe?

Ha pasado por mi cama, al menos de momento una única vez. No fue perfecto, pero para mí siempre será el mejor (aunque los tenga mejores) porque fue con ella.

Guardo en un cajón una foto suya y varios regalos, cuando estoy triste la miro y me siento algo mejor porque ella existe, y no quiero ni necesito que me quiera, me basta con saber que existe, que esta bien, nunca hemos sido pareja, ni lo seremos, por mucho que la ame, porque ella es como un amor platónico. La chica perfecta. Y por nada del mundo permitiría que la imagen que tengo de ella se rompiera, por eso no podría salir con ella y ella me quiere muchísimo como amigo.

Otro día seguiré hablando de ella, cuando lo necesite, porque a veces me siento mal y pensar en ella me hace sentir mejor. Feliz. Si le pasara algo me moriría.

Cuando me siento solo, o al final del camino, cuando noto que ya no hay vuelta atrás, que todo esta mal, cuando observo el mundo y sus catástrofes, y a las personas y sus defectos, y todo lo horrible que hay cuando miro mi propio sufrimiento, y en todas esas veces que en mi garganta siento que me atraganto en mierda y quiero morirme. Cuando esos duros y crueles momentos llegan, no se como lo hace, pero siempre ¡Siempre! aparece cuando quiero morirme; ella me ofrece su mano, yo la beso y su existencia me hace seguir.

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