Yo creo que soy tan buena persona que me paso de imbécil, puedo ser muy cruel eso es cierto. Y estaría dispuesto probablemente a asesinar a cualquier persona que considere necesario en el contexto apropiado. Aunque eso es otro tema...
Pero creo que me paso de bueno por “el mosquito”, un mosquito porculero de estos que bailan volando alrededor de tu oreja cuando quieres dormir...
Mosquito: Psssssssssssssssssssssssssssiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
Es un maldito infierno, le pedí educadamente que parase bastantes veces, le abrí la ventana para que se fuese, me enfadé con él, le grite que me dejase en paz. Empecé agitar las sabanas para echarlo me volví a tumbar y seguía...
Mosquito: Psssssssssssssssssssssssssssiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
Ese odio que inunda el cuerpo, a veces... ese odio asesino.
Yo no soy un defensor de los animales, no me importa que los críen de mala manera para nuestra alimentación, ni soy vegetariano, no me importa que los vistan de personas para reírse u otras cosas... lo comprendo y tal como funcionan las cosas lo veo hasta necesario.
Pero cuando aplaste a ese mosquito contra mi mano y lo maté... estaba muerto, yo le había asesinado. Le asesine por hacer el capullo en mi oído, ese mosquito no se merecía morir.
Entonces recordé cuando una chica vegetariana me gritaba para que asesinase a una cucaracha (yo no la maté, solo la saque de casa) y días más tarde estaba preocupada porque no sabía si había pisado a un caracol. Y después sintiéndome culpable de mi reciente asesinato empecé a reírme a carcajadas.
Ten en cuenta que los mosquitos son unos kamikazes. Si los matas en plena batalla van al nirvana mosquitero, si no... ¿por qué te crees que los hijos de la grandísima puta se pasean por tu oreja para que pierdas el sueño? Es una manera de provocarte y solo buscan su ansiado "cielo".
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