Está noche no quiero dormir, lo he decidido. No quiero meterme en mi cama a dormir, y mira que tengo sueño porque llevo prácticamente casi dos días sin dormir pero es que ayer dormí con una chica estupenda, un poco borde pero... la comprendo. Es preciosa y anoche estuve con ella, abrazado a ella, toda la noche casi dormidos... digo: casi dormidos, porque yo con una chica tan sumamente preciosa me cuesta trabajo dormir y estábamos en un sofá pequeño y ella se despertaba cada vez que la acariciaba o tenía una pesadilla y yo no quería parar de acariciarla y la verdad ahora algunos de mis dedos todavía huelen a su vagina, y tengo ganas de abrazarla otra vez.
No porque esté enamorado ni nada de eso, es una chica fantabulosa y estupenda y soberbia, con fuerza, mandona e hija de puta, de las que me gustan a mí, inteligente, más de lo que parece y demasiado sexy, aunque creo que una chica nunca es demasiado sexy. Pero bueno aunque fuese perfecta, que parece que lo es, no estoy enamorado de ella, ni siquiera creo que vuelva a verla, pero no quiero dormir porque ayer dormí con ella, abrazados y... hacía tanto tiempo que no dormía abrazado a una chica, que había olvidado lo mucho que lo necesitaba, lo mucho que me gustaba dormir abrazado a alguien a quien quiero besar y... si me tumbo en mi cama, veo mi almohada y es el único ente femenino que siempre está ahí para que duerma abrazado a ella si quiero. Pero eso no es real. Y no quiero dormir.
Aunque es una mentira, claro que quiero dormir, lo que realmente no quiero es dormir solo.
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