Hace días escuche una canción, la canción no tenía nada interesante, absolutamente nada interesante, lo interesante era el video-clip. Pero como se repetía en la canción una y otra vez, yo no paraba de preguntarme ¿Dónde estarás esta noche? Porque, anoche, la anoche de la noche anterior a la que escribí está entrada, hablé contigo, te relaté, preciosa, un relato erótico personal para ti y para mí. Y yo no podía parar de imaginarte masturbándote. Tú guardaste el texto para otro día, para masturbarte, imaginándolo. Yo me imaginé como te masturbarías mañana al amanecer en tu calentura matutina pensando en mí y en lo que te escribí. Me encargué de escribir muchas veces tú y yo, para asegurarme de que me imaginabas a mí. Imagino tu deseo y las ganas que pudieras tener y me excito, me imagino la incredulidad de tu novio al no sospechar el calor que levanto entre tus piernas. No son cuernos, físicamente no estamos juntos, aunque nuestras mentes lo estén cuando te masturbes pensando en mí y yo pensando en ti como anoche y me vuelvo a preguntar: ¿Dónde estarás esta noche?
Me encantaría estar contigo, me pregunto si: ¿donde quiera que esté tú novio sospecha que te escribo: “Y mis labios siguen bajando despacio, por tu canal, tu vientre tu ingle, desabrochando lo que queda de tu pantalón y sientes como te beso mientras mi dedo entra dentro de ti, se te escapa un gemido y tus manos buscan mi cabeza con deseo de guiar mi lengua hasta tus zonas más sensibles, despacio, poco a poco te saboreo y te masturbo, mientras mi otra mano no para de acariciarte, te acaricia todo el cuerpo, la espalda, los pechos que palpitan con la respiración, tu cuello, tu boca que gime y respira aceleradamente y se muerde los labios de placer sintiendo mi boca entre tus piernas.”? ¿Qué haría si lo leyese, si lo supiese? si te imaginase como en este video-clip pensando en mí: http://www.youtube.com/watch?v=zTOXzCVuQv4&feature=related
No hay comentarios:
Publicar un comentario