La última semana de Enero y la primera de Febrero, la pasé en Miajadas un bonito pueblo tomatero de Cáceres. La noche antes de irme, sabía que echaría de menos a mi gato. Así, que dormir con él muy abrazaditos, muy pegaditos, muy ñoños y muy gays. Creo que si le hubiera besado en ese momento podría follarme ya a cualquier chica.
Generalmente cuando quiero dormir con él es un pesado, se pone arañar la cama hasta que me obliga a echarlo, pero esa noche se acurrucó conmigo y ronroneo durante toda la noche yo me dormí acariciándolo. Parece una tontería pero me acordé de una vez que dormí con mi ex-novia, de hecho de la primera vez que dormí con ella, me pase toda la noche besándola, la quería, me quería y ninguno queríamos que acabase ese momento jamás.
Mi gato, está cariñoso, como entonces ella.
Es tan bonito mi gato.
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