Suena el teléfono y lo cojo, hasta ahí todo normal como siempre, hasta que hablo con la chica que hay al otro lado del teléfono...
Entonces me pongo a sonreír como un idiota, y a decir tonterías de idiota enamorado, y a dejar de pensar como una persona inteligente... y me acabo abrazando a la almohada y tengo ganas de tenerte cerca y más ganas a cada segundo, y cada palabra que escucho es una palabra que sé que no dirías si estuvieras aquí porque estaría besándote. Y pienso que te quiero y entonces es cuando siento que te quiero y entonces me doy cuenta: de que te quiero. Y la distancia pues hace pensar que vaya mierda todo... ¿no? pero después sigo escuchándote y sé que solo quiero hacerte feliz, hacerte sonreír y que te quiero.
Te quiero y te quiero y... y, y...
Siempre hay un y, que se refiere a mucho más... Y Bueno, ahí estoy pegado al teléfono como un idiota. Que a veces, le dan ganas de llorar pero que nunca llora, porque te quiero y estoy al teléfono para hacerte reír, y para hablar sin parar y para decirte que te quiero y cuando llega el momento de colgar, pasamos cinco minutos más diciéndonos tonterías, para no colgar y disfruto el silencio por teléfono solo porque sé que estás al otro lado.
Espero que tengas tarifa plana. Yo eso lo pasé hace mucho tiempo y casi me arruino por culpa de la telefónica.
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