Ni siquiera era la hora de comer, me moría de sueño, me
caía, no sabía ni como había aguantado despierto hasta llegar a mi casa ni como
había sido capaz de trabajar por la mañana, afortunadamente para mí había muy
poquito que hacer. Eran las 14 cuando me tumbé a dormir, a las 14:30 me
llamarón la primera vez, despertándome, no me dio ni tiempo a llegar al salón,
cuando colgaron, pero ni cortos ni perezosos, treinta minutos después volvió a
llamar otra persona, para informarme de que tenía cagaleras, a las 15:30
movistar. A las 16:00 alguien llama y no llego ni a descubrir quien fue ya que
colgó antes de que llegara, a las 16:30 me invitan a una kínder party. Quedé en
que sobré las 17 o 18 saldría de mi casa. Claro que cuando dije eso, yo pensé
que habría dormido unas 4 horas, lo único que he hecho ha sido darme paseos
de zombies.
No hay comentarios:
Publicar un comentario