Imaginad mi cuerpo muerto sobre la cama, no puede moverse. Bueno, no esta totalmente muerto, respira, late, escucha, siente, vive, esta vivo mi cuerpo inmóvil sobre la cama; con la mirada perdida. Vivo, pero muerto. Demente, loco.
Realmente momentos como esos he tenido muchos sobre esa cama. En la víspera de mi vigésimo cuarto cumpleaños, hubo a montones, infinitud de noches sin sueño. Inmóvil, insomne. Muerto en alma y espíritu, pero vivo. Vivía, porque mi cuerpo vivía. (TOPICO MORTAL POETICO, pero en muchas ocasiones cierto)
Septiembre, Octubre... sin parar de tener pesadillas, por llamarlo de alguna forma, atacado por una soledad que...
Hacía dos años viví la misma situación, pero distinta, en aquella ocasión pasé 3 días muerto, después, el odio fue tan grande en mí ser que pude dormir tranquilo, olvidar y sonreír agradecido de lo que había perdido.
Con dieciocho años me enamore y fui correspondido durante un breve espacio de tiempo, recuerdo que cuando eso acabo, yacía de nuevo muerto en mi cama, mirando al techo con la mirada perdida. Vivo, pero muerto.
Nuevas chicas y mucho sexo me hacían mantenerme cuerdo. Mientras nos divertíamos juntos, no tenía tiempo de recordar que era completamente desgraciado. Bueno, eso ya pasó, y poco a poco parece que las cosas importan menos.