sábado, 31 de marzo de 2012

¿Qué quién me gusta?

Tócate los cojones. Tú, la chica que me gusta, metida en mi cama, hablando conmigo, preguntándome ¿Qué quién me gusta? Con dos cojones si señor. Yo, que no paro de mirarte los labios de las ganas que te tengo, que no paran de írseme los ojos a tu escote, y que me muero de ganas de morderte los hombros. Me preguntas ¿Quién te gusta? Eso no es lo peor, donde va a parar, si fuese eso nada más... Tú amiga, me preguntas si es tú amiga. Entonces es cuando te gasto una broma que yo sé que no es una broma: Si me besas te lo digo. Y me respondes no seas cerdo que te gusta otra.

Hay es cuando yo me pregunto si eres tan tonta como para no saber que eres tú o eres tan lista como para reírte de mí en mi puta cara. Dame un abrazo porque la tía que me gusta no le voy a gustar. Y tú me das el abrazo y me animas, me dices lo guapo que soy, lo simpático, lo inteligente que soy, lo genial y maravilloso que soy para tu amiga. Tú amiga... Tú amiga no, tú. Y empiezas a comentarme que tú amiga es: guapa, dulce, simpática, que haría muy buena pareja conmigo, que no sabes como ayudarme a que eso funcione y yo pienso que tu amiga está muy buena si, cierto, pero no es ella, que si me la pones en bandeja de plata, me la follo, pero a mí quien me gusta eres tú. ¡Tú! No tú amiga. Y te acuerdas después de vendérmela que tú amiga tiene novio. Vaya por Dios que desastre, entonces para que no me quede solo tendrías que quedarte tú conmigo. ¿No crees?

Pero no funciona y seguimos hablando de chorradas mientras yo pienso que me muero de ganas de comerte la boca y tirarme encima de ti en la cama y tú me dices que mi cama es muy cómoda. ¿Quieres un masaje?

miércoles, 28 de marzo de 2012

En facebook

Destrozas mis pantalones, para masturbarme con tus manos y metértela de forma violenta en la boca, te llenas la boca de mí y yo busco tus caderas con mis labios bajando por tus costados con caricias y besos y bajo con mi boca entre tus piernas para inundarte de mi lengua. Sigo buscando tu éxtasis, quiero que te deshagas en mi boca, con mi lengua, introduzco mis dedos dentro de ti y aprieto tu culo con mis manos para que mi lengua entre aun más dentro de ti y tú haces lo mismo conmigo, para sentir mi dureza inundando tu boca, frotando tu lengua y sintiendo tu saliva, la notas palpitar y sientes tu corazón en mis labios. Deseas que el momento no termine y ambos continuamos aguantándonos las ganas para que el final no llegue.

Nuestras bocas se hacen de agua y no paramos de tragar la saliva que se nos resbala del placer, estando apunto de acabar nuestro ritmo se vuelve arrítmico y en un ataque de pasión paramos los dos a la vez, me abalanzo sobre ti, te coloco sobre el suelo frío sacando mi lengua de ti y alejando mi pene de tu boca, nuestro deseo hace reaccionar a nuestras bocas como imanes y comenzamos a besarnos mientras te penetro rápidamente a toda velocidad. Nuestros besos dejan de ser constantes porque a veces nuestros jadeos no nos permiten besarnos, tus uñas se clavan en mi espalda, mis dientes en tu cuello, los tuyos sobre mis hombros, mi pene en ti y mis manos acarician sin parar tus pechos y tu culo. El suelo está frío, estás debajo de mí pero no te gusta y luchas por colocarte encima, entre gemidos me vences y cabalgas sobre mí, el espectáculo me vuelve loco, tus pechos botan sobre mi boca y tu te los acaricias para seducirme más, el palpitar dentro de ti te destroza de placer y a punto de romper de placer comienzas a gritar te embisto una y otra vez levantándote sobre mi cadera te aferras a la pared porque el placer hace que pierdas todas tus fuerzas y entre un golpe y otro me levanto metiéndotela con fuerza contra la pared y comienzas a chorrear. Inmensamente húmeda, me muero de ganas por correrme dentro de ti, pero te derramas sobre el suelo porque estás perdiendo las fuerzas y solo te mantienes a cuatro patas, continuamos haciéndolo así mientras te beso la espalda, te lamo la nuca, el cuello y te masajeo los pechos. Tu cuerpo me vuelve loco y empiezo a correrme dentro de ti, contigo, del placer muerdo tu cuello con tanta fuerza que te hago gritar y golpeas con tus caderas mi pene para sentirla más profunda. Habiendo acabado continuamos un poco más, tú y yo, sin parar, cada vez más despacio te das la vuelta y nos miramos, nos besamos mientras lo hacemos por inercia me vuelves loco y entonces te pregunto si ¿quieres que sigamos mas?

sábado, 24 de marzo de 2012

Relatando desde facebook

Pues ahora mismo me hubiera abalanzado sobre ti besándote sin parar los labios y abrazándote con fuerza, seguramente forcejearías conmigo mientras dudas entre si dejarte o no, y apretaría con más fuerza, te mordería el labio suavemente y te miraría a los ojos para decirte sin palabras lo que te parece imposible, y con mis manos por tu espalda busco convencerte aunque pienses que te miento hasta que acabo arrinconándote contra una pared.

Intentas esquivar mis besos que empiezan a llover por tu cuello, tus oídos, tus mejillas, y te acaricio las piernas despacio hasta que acabas dejándome besarte como te mereces. Nuestros labios se juntan y nuestras lenguas juguetean despacito mientras nuestras manos exploran de nuevo nuestros cuerpos

Asustada y tentada el corazón te late tan fuerte que lo notas en mis labios cuando te besan el cuello, los oídos se te entaponan y un escalofrío recorre tu ingle y tu espalda hasta la nuca haciendo estremecerse tu cuerpo cuando mis dedos buscan tu entrepierna por encima del pantalón. Y despacio, muy despacio, nuestras caderas empiezan a bailar impulsadas por nuestros latidos y el deseo y mis dedos exploradores desabrochan los pantalones y acarician tu ropa interior; no paramos de besarnos y entre la noche, el frío y las dudas sientes mis labios bajar por tu cuello hasta tus pechos, besando tus pezones que reaccionan junto con tu respiración que se excita con el tacto de mi lengua en tus pezones mientras un dedo travieso acecha poco a poco entrar dentro de ti, acariciando tu clítoris despacito.

Y mis labios siguen bajando despacio, por tu canal, tu vientre tu ingle, desabrochando lo que queda de tu pantalón y sientes como te beso mientras mi dedo entra dentro de ti, se te escapa un gemido y tus manos buscan mi cabeza con deseo de guiar mi lengua hasta tus zonas más sensibles, despacio, poco a poco te saboreo y te masturbo, mientras mi otra mano no para de acariciarte, te acaricia todo el cuerpo, la espalda, los pechos que palpitan con la respiración, tu cuello, tu boca que gime y respira aceleradamente y se muerde los labios de placer sintiendo mi boca entre tus piernas.

Busco con mis dedos y mi lengua tu éxtasis, volverte loca, el momento en que te quedes sin respiración, ese momento en el que no aguantes más y te derrames de placer, ese momento en el que me apartes de ti para abalanzarte sobre mí, y cuando ese momento llega dentro de ti, te abalanzas, me besas, me arrancas la ropa descontroladamente sentimos el suelo frío, nos helamos, pero estamos demasiado excitados como para que nos importe

miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Dónde estarás esta noche?

Hace días escuche una canción, la canción no tenía nada interesante, absolutamente nada interesante, lo interesante era el video-clip. Pero como se repetía en la canción una y otra vez, yo no paraba de preguntarme ¿Dónde estarás esta noche? Porque, anoche, la anoche de la noche anterior a la que escribí está entrada, hablé contigo, te relaté, preciosa, un relato erótico personal para ti y para mí. Y yo no podía parar de imaginarte masturbándote. Tú guardaste el texto para otro día, para masturbarte, imaginándolo. Yo me imaginé como te masturbarías mañana al amanecer en tu calentura matutina pensando en mí y en lo que te escribí. Me encargué de escribir muchas veces tú y yo, para asegurarme de que me imaginabas a mí. Imagino tu deseo y las ganas que pudieras tener y me excito, me imagino la incredulidad de tu novio al no sospechar el calor que levanto entre tus piernas. No son cuernos, físicamente no estamos juntos, aunque nuestras mentes lo estén cuando te masturbes pensando en mí y yo pensando en ti como anoche y me vuelvo a preguntar: ¿Dónde estarás esta noche?

Me encantaría estar contigo, me pregunto si: ¿donde quiera que esté tú novio sospecha que te escribo: “Y mis labios siguen bajando despacio, por tu canal, tu vientre tu ingle, desabrochando lo que queda de tu pantalón y sientes como te beso mientras mi dedo entra dentro de ti, se te escapa un gemido y tus manos buscan mi cabeza con deseo de guiar mi lengua hasta tus zonas más sensibles, despacio, poco a poco te saboreo y te masturbo, mientras mi otra mano no para de acariciarte, te acaricia todo el cuerpo, la espalda, los pechos que palpitan con la respiración, tu cuello, tu boca que gime y respira aceleradamente y se muerde los labios de placer sintiendo mi boca entre tus piernas.”? ¿Qué haría si lo leyese, si lo supiese? si te imaginase como en este video-clip pensando en mí: http://www.youtube.com/watch?v=zTOXzCVuQv4&feature=related

sábado, 17 de marzo de 2012

Sueños recurrentes

Cuando era pequeño recuerdo que soñaba muy a menudo una cosa que me daba pánico, de pronto veía la habitación en la que dormía desde arriba sin techo, como si estuviese por encima del techo y todo estuviese demasiado alargado y me veía a mí durmiendo. Una de las cosas que más miedo me ha dado siempre de ese sueño es que veía lo que pasaba en toda la habitación, si alguien entraba o salía, mi abuela, que tenia que pasar por mi dormitorio para ir al baño, o se colaba algún gato o algo. Lo veía todo desde lo alto como si fuese dios, pero nunca he intentado hacer algo. Otras veces, cuando crecí me di cuenta de que por momentos, podía controlar el sueño y subir más, veía la ciudad desde arriba, todo cañero, toda Córdoba, todo, desde las alturas. Llego un punto en el que podía verlo todo, el mundo entero, incluso la galaxia. Me daba, no solo vértigo, si no un miedo atroz. Sentía el miedo en la garganta, en la garganta que estaba durmiendo en la habitación, estuviese donde estuviese. Cuando empecé a vivir solo, ese sueño, seguía estando, seguía teniéndolo, solo que ahora a pesar de darme miedo podía disfrutarlo, estaba deseando siempre de volver a soñar con ese sueño. Por la emoción que me producía la seguridad que me daba el hecho de que fuese un sueño. Pero a veces no parecía un sueño. Cierro los ojos y me duermo y sueño eso y es como si mi cuerpo descansara mientras mi mente viaja. Otras veces he viajado a otras casas para ver lo que ocurría dentro, pero no soy capaz de mirar en ellas, bueno, sí que soy capaz, pero no soy capaz de ver porque mi mente imagina lo que quiera ver. Es un sueño bastante recurrente y que me da bastante miedo.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Esta vez no

Antes, cuando tenía perros en casa, recuerdo que muchas noches mis perros llamaban con su pata a la puerta. Querían entrar pero mi madre que no quería que les dejase entrar, me convenció para que no les dejase entrar, así que, a pesar de vivir solo, yo no les dejaba entrar. Ahora mi gato llama a la puerta de la habitación con esa ternura innata que tiene y su forma elegante y triste de maullar que viene a decir: “estoy solito, triste y solito y hace frío por favor, ábreme” el gato me convence y cuando entra dentro, se pone arañarlo todo, se vuelve loco y empieza a saltar y a hacer las típicas cosas de gato loco cuando llega en un gato el Crazy Time (¿se escribe así?) la hora de volverse loco. Concretamente esa hora, le llega cuando yo me estoy quedando dormido. Y entonces acaba la mitad de las veces haciéndome que me levante y echándolo de nuevo y después vuelve a llamar a la puerta: “miau”

Esta vez no gatito. Esta vez no.

sábado, 10 de marzo de 2012

Déjame que te lo recuerde

Sí, tú, chica, déjame que te recuerde lo que eres. Estate bien atenta porque quiero que no se te olvide lo que eres: eres una princesa adorable, preciosa, inocente, buena, un poco tonta a veces, ingenua, dulce, cariñosa a ratos, que se muerde los labios y que juega con los dedos cuando está nerviosa, eres una princesa pequeña, enana y preciosa, inteligente, decidida y valiente (aunque no te lo creas) y como todas las princesas ahora estás en la época en la que te toca añorar, pero ya llegará algún caballero de brillante armadura y te hará feliz.

miércoles, 7 de marzo de 2012

¡Quiero empezar ya!

Quiero empezar ya con la parte videoblogera del blog. Llevo un año, sí, un año y un poco más actualizando dos días en semanas con cosas que han sucedido en mi cama, y tengo ciento y pico historias preparadas para grabar en cámara y otro puñado de cosas que me gustaría grabar. Es más me gustaría incluso empezar con un videoclip que pensé cuando estaba enfermo hace unas semanas tirado en la cama como un perro malo. Pero malo, malo. Así que bien, personas de cerca de Córdoba que quieran participar o colaborar de cualquier forma conmigo y con mi videoblog. Pues podéis dejadme un comentario o escribirme a: historiasdeunacama@hotmail.es ¿Que qué necesito? Pues vamos allá:

  1. Actores y Actrices (no necesariamente profesionales, más bien amateurs o así me valen, y bueno, voy a necesitar más chicas que chicos eso sí...)
  2. Cámara de video (tanto cámara física para grabar como una persona que grabe, yo tengo una cámara que podría usar pero es un poco.. bueno es un poco como quien tiene un tío en graná, que ni tiene tío ni tiene ná.)
  3. Alguien que montase o que me prestase un programa de montaje (aunque la verdad que mi ordenador va como el culo...)
  4. Y cualquier otra cosa que penséis que podría serme útil también podréis sugerirla.

PD: Si no encuentro trabajo pronto, la cosa podrá complicarse porque seguiré queriendo hacer esto, pero no tendré internet en casa así que es probable que hasta necesite:

5. Alguien con internet en casa para subir los videos que grabe.

Me gustaría subir al menos (de mínimo) uno por mes, a ver si podemos hacerlo posible.

sábado, 3 de marzo de 2012

Juguete de princesas

Hace poco me acordé de ti, solo de ti. Acababan de despedirme del trabajo y estaba tumbado en la cama de una habitación de hotel y había pasado toda la tarde pateándome una calle que tenía tú apellido. Tenía tantas cosas en qué pensar y solo pensaba en ti, en ti una y otra vez, tu nombre, tu cara, tus besos, nuestro mundo bajo las sabanas. Siempre hablo de lo mucho que quiero o he querido a otras, pero nunca hablo de cuanto te quise o te quiero o te puedo llegar a querer. Porque tú tienes algo que hacía, que en mí, surgiera una chispa que no había, zarandeabas mi vagueza y espabilabas mi espíritu, hacías que me enfureciera como muy pocos por no decir nadie lo han conseguido. Siento no haberte hecho sentir especial, pero es que soy suave, yo, soy un pelele, a veces me siento como un juguete de princesas. En mi cabeza, todo gira en torno a ti de nuevo, como hace mucho tiempo. Y echo de menos estar contigo en mi cama aun sin hacer nada.