sábado, 30 de abril de 2011

Tengo SIDA

No, no tengo SIDA. Al menos que yo sepa, espero.

Pero, ¿recordáis a mi hermano?

Pues bien, estaba con una chica en la cama a la que me acababa de fo****, sí.

Pues no que coge la tía y se pone a rajar y criticar mi forma de fo****. Sí, eso hace la muy perra y no de forma constructiva ni nada por el estilo, no digo que lo haga bien, ni mal, no sé, si alguna chica quiere descubrirlo adelante. Pero esta chica, que encima había disfrutado, se pone a criticarme, a mí, en mi casa, que coño en mi casa... ¡Dentro de mí cama! ¡Zorra! acababa cada frase con un: Es broma tonto, pero me estaba tocando los cojones, y esta vez no con su lengua.

Total, que se me activó la vena cruel y le dije: Tengo SIDA, puta.

Y cuando me miro con la cara blanca de miedo, le dije, es broma tonta.

miércoles, 27 de abril de 2011

Mini-recuerdos

Recuerdo cuando empecé a jugar a Magic the Gatering (cuando aun molaban, no ahora que son una mariconada) estaba sentado en la cama, organizando mis montones de cartas en una caja de madera enorme, mientras escuchaba estas canciones en la radio:

- Nunca el tiempo es perdido - Manolo García

- Dile que la quiero – David Civera

- Me gustas tu – Manu Chao

También recuerdo que todas estas canciones me encantaban, y ese año, desde la tele de mi habitación me vi la final de Eurovisión.

sábado, 23 de abril de 2011

Mi hermano

Sí, tengo un hermano, una gran sorpresa para muchos.

A veces, se queda a dormir en mi casa y como mi cama es grande, cada uno en una punta, sin mariconadas, dormimos juntos. Y charlamos. La última vez, hablamos de chorradas, teníamos muchísimo sueño, tanto, que uno se ríe por todo. Mejor dicho se ahoga en risa. Mi hermano quería dormir, pero cada vez que alguno de los dos decía algo nos echábamos a reír sin poder parar.

En algún momento hice un chiste frívolo y cruel. Demasiado cruel. Mi hermano se partió el culo de risa (sin mariconadas), y por esto se sintió muy mal, por reírse de un bebe muerto o algo así.

Entonces, comencé hacer chistes frívolos y crueles sin compasión, realmente crueles, tanto, que no voy hablar de ellos, pero sí de uno en concreto que repetí varías veces: “Mira, tu lo que tienes que hacer es acostarte con una tía cualquiera a pelo y cuando acabes le dices: ¡TENGO SIDA PUTA!”

Próximamente, descubriréis por que es importante contar está anécdota.

miércoles, 20 de abril de 2011

Ojos de Dinosaurio

Todos nos creemos poetas, en algún momento hemos escrito algo que nos parece genial yo una vez escribí: Ojos de Dinosaurio.

Y volví a pisar su calle como hace ya cinco años.

Y volví a recordar aquel tiempo ya pasado, aquel sueño real ya vivido hace mucho. ¿No es ya demasiado tiempo?

Y recuerdo como eran mis ojos de entonces, ojos de dinosaurio. Ojos extintos.

Ojillos de dinosaurio, mis ojos que adoraban su belleza, aquella belleza a la que no quise, pero quise por ser tan bella. Y recuerdo sus manos, sus dedos, los mordiscos en sus uñas y las lagrimas en sus ojos del día de la despedida, del último adiós. Y nos despedimos, nos dijimos adiós a 10 metros de su puerta. Y hoy he vuelto a pasar por su calle, la suya...

Y la recuerdo bella e idealizada, como la quise. Y recuerdo cuanto la quise y echo de menos el tiempo, no a ella, echo de menos los recuerdos. Mi yo de antaño. Mi esperanza ya perdida. Mi amor inocente, no tan puro, pero azul. Y la echo de menos. Pero no la extraño, creo. Sé, que solo me echo de menos a mi mismo. Cuanto echo de menos los ojos de dinosaurio con los que miraba al mundo hace ya cinco años y algún día diez años y más adelante cincuenta años y hace ya cien años porque el tiempo pasa. Y me siento tan muerto, como hace ya cien años.

sábado, 16 de abril de 2011

Velocidad Mental

Me estaban esperando, había quedado a las menos diez y faltaban 33 minutos.

O sea, que solo me daba tiempo hacer lo que hice, entrar en el dormitorio corriendo, coger la chaqueta, ponerme la camiseta de manga larga e irme, no estuve en mi habitación más de 3 o 4 segundos. Pero... ¿Alguna vez os habéis parado a pensar lo rápido que vuelan los pensamientos por la cabeza?

En apenas esos 3 segundos me dio tiempo de reflexionar sobre: ¡Dios mío! como ha cambiado esa chica... Es que da tanta vergüenza, parece imbécil, sí la chaqueta estaba donde la deje, que va no parece imbécil ¡Es imbécil! Que forma más chula he tenido de ponerme la chaqueta ¡Como molo! Uf... mierda puta muela de los cojones. ¿No me dejo nada? ¿Verdad? Nietszche no lo he visto entrar en la habitación así que no creo que haya entrado. Los porros no le sientan nada bien a esa muchacha...

Y todos esos pensamientos en apenas 3 segundos. Quiero decir, solo en leerlo después de haberlo escrito he tardado 20 segundos. Y estoy convencido de que pensé más cosas. La mente va a una velocidad vertiginosa ¿no creen? Y eso lo pienso yo, que soy tonto y pienso despacio, imaginaos a alguien inteligente o ingenioso lo rápido que tiene que pensar.

miércoles, 13 de abril de 2011

15 de Marzo

El martes 15 de marzo del 2011 se cumplió el sexto aniversario de cuando besé por primera vez en una cama a una de las primeras chicas de las que me enamore. Ese día estaba hasta el culo de... ¿Oxitócina se llama esa hormona del amor?

El 15 de Marzo es un día que siempre recordare y en el que siempre recordare a... a ella.

Era su cumpleaños, con sus recién cumplidos 16 años, y comenzamos a besarnos las mejillas, hasta terminar besándonos en los labios y en ese momento todo paro y nació el amor. A veces tengo la sensación de que ese día empezó mi vida.

Dos meses después todo acabo, recuerdo que ese día que termino todo, di vueltas por la calle hasta las 6 de la mañana, a las siete me metí en la cama, no paraba de pensar que: “lo bueno de los dormitorios es que no tienen cubiertos, tenedores o cuchillos, con los que apuñalarme para quitarme la vida” y esa fue la primera vez que me recuerdo a mí mismo con un deseo atroz de morirme echado sobre mi cama, destrozado, pero sin llorar, porque recordaba una frase de alguien que me dijo una vez cuando tenía 4 años, los niños, no lloran.

sábado, 9 de abril de 2011

El fantasma

Me da igual que no creáis en los fantasmas, ya os he dicho que todas mis historias son reales y verídicas.

Y resulta que el martes 15 de marzo de 2011, estuve leyéndome y viendo la película de Hamlet, para hablar del libro al día siguiente, miércoles, en clase de Dramaturgia. Esto último no sucedió en mi cama pero sirve para poneros en antecedentes. Total, que cuando acabe, a las dos de la mañana, estaba muy, muy, muy cansado. Pero de una forma extraña, ¿no se si alguna vez les ha pasado a ustedes...? Tener muchísimo sueño, pero no poder dormir, por alguna extraña inquietud del alma.

Recuerdo que estaba dándole la espalda a la puerta de la habitación, pensaba, si alguien quisiera matarme y entrara por esa puerta no lo vería, pero si me va a matar nada más entrar por la puerta... ¿Qué más da que lo vea si me va a matar igual?

Y con ese pensamiento me medio quedaba durmiendo, hasta que de pronto ¡PUM! Se abrió de par en par la puerta de un portazo increíble, no daba crédito a lo que veían mis ojos. Allí cuando me levante agitado de la cama y me gire hacía la puerta... estaba por increíble y falso que creáis que es, estaba el fantasma, el fantasma de Hamlet mirándome, con una mirada aterradora que producía en mí el más profundo respeto y temor, inmóvil, sabía que iba hablar y su voz inundaría la habitación.

Reíros de mí si queréis, adelante, pero notaba el corazón en la garganta y palpitaba tan fuerte, tan intensamente que podría haberme ahogado. Y cuando el fantasma iba abrir la boca... me desperté. Totalmente agitado me gire hacía la puerta, no había fantasma, ninguno. Todo había sido un sueño, pero que sueño.

miércoles, 6 de abril de 2011

Studio 54

Tenía 11 años o así cuando acabábamos de mudarnos a mi casa. Me metí en la habitación de mi madre cuando ella no estaba y puse un Cd en el equipo de música. La cama era y es enorme 2x2. Siempre he sido muy miedica, quería saltar en la cama pero me daba miedo que se rompiera y mire debajo de la cama, la cama tenía como 24 patas, o sea que no se iba a romper. Y empecé a saltar sobre la cama al ritmo de la música de no recuerdo si era disco 54 o Studio 54 no recuerdo muy bien.

Al acabar guardaba el disco, alisaba las sabanas y me tumbaba en mi cama, para cuando mi madre llegaba, todo estaba en orden. Lo hice durante muchísimo tiempo, la verdad.

Seguro que mi madre cuando llegaba de trabajar se ponía el disco 54 (pero bajito para que nadie la oyera) y se ponía saltar en la cama.

Seguro.

sábado, 2 de abril de 2011

Mis rodillas

Una vez acabe con una chica en la cama, bueno como muchas otras veces. Era muy delgada, de estatura media, no era especialmente guapa pero su belfo era tan espectacular que me parecía increíble. Era morbosa, por llamarla de alguna forma, no es que fuera muy sensual pero sentía un deseo inusitado por hacerle el amor (y entre nosotros aun hoy día si la tuviera delante y supiera que ella quisiera... ¡Oh dios! No os podéis ni imaginar) era muy atractiva y acabe, ¿como no? en mi cama con ella.

Era bastante dominante, se abalanzó sobre mí y me encantaba besarla aunque reconozco que no se porque pero no me gustaba como besaba. Lo que si recuerdo son nuestras pelvis... elvis... elvis... bailando al son del calor húmedo de nuestro cuerpo, eso sí con la ropa puesta.

Los dos sabíamos que no iba a pasar nada, no había tiempo apenas, pero note que ella quería controlar que no intentara nada, recuerdo un momento en el que intente mover las piernas y no pude, esa chica es, joder como decirlo... sorprendente, se había colocado sobre mí de tal forma que me había hecho una llave en las piernas con sus rodillas y presionaba con sus piernas sobre mis rodillas de tal forma que no podía moverlas, de ninguna manera, enserio.

Reíros, pero yo, pase miedo. Temía que me dejara invalido y a la vez eso me ponía aun más cachondo, ojalá hubiera vuelto a quedar con ella en otra ocasión para llegar hasta el final, una lastima.